Los Obama se instalaron en la Casa Blanca con su chef particular. Era la primera vez que un presidente norteamericano se instalaba en la residencia oficial con su propio cocinero, Sam Kass. Gracias a él hemos sabido que Obama podría alimentarse exclusivamente de filetes fritos, que Michelle consiguió desengancharse de las patatas fritas y que las dos hijas del matrimonio, Malia y Sasha, abandonaron la comida basura. También hemos confirmado que el Air Force One es como una mini ciudad aérea. Y es que si al presidente de Estados Unidos hubiera que desalojarlo por aire, en su avión podría cocinarse hasta una paella.
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